¡Cuán bella es, Señor tu obra toda
                                        
                                        y de cuánta majestad llenaste el universo!
                                        
                                        Estrellas mil, que el cielo azul tachonan,
                                        
                                        y el sol, al fulgurar, me cuentan tu bondad.
                                        
                                        El vasto mar en su esplendor
                                        
                                        relata en cada ola tu grandeza sin igual,
                                        
                                        y el tibio arroyo al susurrar
                                        
                                        en rápidas corrientes canta de tu amor.